Culto a Isis

Author: Suad Nafir / Etiquetas:

Su origen es incierto, pero se estima que provino del delta del Nilo. Las primeras menciones de Isis datan de la dinastía V de Egipto en la cual se encuentran las primeras inscripciones literarias, pero su culto se hizo prominente más tarde en la historia egipcia, cuando se empezaron a absorber y sincretizar los cultos de otras diosas. Con el tiempo se expandió fuera de Egipto, en el Oriente Próximo y el Imperio romano, con la construcción de templos lejanos dedicados a ella, como en las Islas Británicas. Hasta el siglo VI se pudieron encontrar rastros de su adoración en la Europa cristiana.

El templo más importante dedicado a su culto estaba en la isla de File. En Dendera era expuesta anualmente en un quiosco del templo de Hathor, a los rayos del Sol, para regenerarse. En Giza fue venerada como "Señora de las pirámides"
Su culto se propagó por todos los pueblos del Mediterráneo, resistiendo la expansión del cristianismo y se mantuvo en el templo de File durante el Imperio Romano hasta que fue prohibido en tiempos de Justiniano I, en el año 535.
El templo de Debod fue construido muy cerca, aguas arriba, de esa primera catarata del Nilo, tierra fronteriza entre Egipto y Nubia, muy próximo, igualmente, a la isla de Philae, donde en la Antigüedad se situó un famoso templo en el que se rendía culto a Isis.

Si bien el templo de Debod, en su momento inicial, fue consagrado al dios Amón, lo cierto es que pronto el lugar se constituyó en un importante enclave de culto a Isis, ubicado en las rutas de peregrinación que se encaminaban a la cercana isla de Philae, donde se situaba el santuario principal de esta diosa.
Los antiguos peregrinos tenían especial interés en visitar tanto Philae, donde Isis había alumbrado a su querido hijo Horus, el dios halcón, como Debod, donde según la tradición la diosa habría sentido los primeros dolores del parto. El propio Augusto, que sucedió a los Ptolomeos en el dominio de Egipto, en sus intentos por incrementar su influencia en la Nubia meroítica no dudó en hacerse representar en las paredes del templo de Debod como fiel adorador de Isis y se conoce, igualmente, que los emperadores de origen hispano Trajano y Adriano también visitaron estos lugares. No deja de ser significativo que cuando Teodosio ordenó clausurar todos los templos paganos en los tiempos de la eclosión del oficialismo cristiano, solo toleró, como única excepción, que se mantuviera el culto a la diosa madre egipcia en este santuario sito en la isla de Philae.


En Época Grecorromana se le dedicaron unos templos denominados Iseum. Entre ellos, podemos destacar el que se localiza en la ciudad de Pompeya y el de Behbeit el-Haggar, en Egipto. Su culto se asoció con Démeter y Zeus y se convirtió en una religión mistérica, con ritos de iniciación, de purificación y ascéticos. En Egipto, su culto conoció la decadencia cuando el país fue invadido por persas, griegos y romanos. La llegada del cristianismo y la renuncia del emperador Constantino a ser faraón-dios-sacerdote acabó con su culto. Sila introdujo en Roma el culto a Maat, que fue asimilada a Bellona, en este momento se instaló en la ciudad el primer colegio de pastóforos, los sacerdotes isíacos.

Durante el gobierno de Augusto, el culto isíaco no solamente era identificado como externa superstitio, sino que, además, una de las mayores enemigas del pueblo romano, Cleopatra, derrotada por Augusto, se había autodefinido como la nueva Isis; la identificación de las reinas ptolemaicas con Isis se había convertido ya en una tradición, iniciada por la esposa Ptolomeo II.

La imagen conservada en el Museo de Nápoles representa la ofrenda de un vaso canopo, punto culminante del ritual, con toda la parafernalia que rodeaba al acontecimiento simbólico de la exhibición del arcano de Osiris, cuyo significado quedaba restringido a los iniciados en los misterios isíacos.

En otras pinturas procedentes tanto de Herculano como de Pompeya se representan varios rituales de este evento, obviamente destinado solamente a iniciados, como danzas rituales donde sacerdotes impolutos, rasurados y portando vestiduras blancas estaban acompañados por tañedores de sistros, el instrumento musical de la diosa, y bailarines. En una de las pinturas un bailarín que porta una máscara, en un misterioso ritual que aparece en Herculano.

Sabemos que la máscara de Anubis era un elemento básico en el ritual denominado la “Navigium Isidi".

máscara de anubis.

Se utilizaba como máscara una cabeza de un cánido que era identificado con este dios, que embalsamó a Osiris y que guiaba a los muertos a su "paraiso", la llevaban los sacerdotes isíacos, que portaban también el caduceo de Mercurio; las representaciones iconográficas de este dios psicopompo, nada comunes en los prototipos egipcios, introdujeron en Roma ritos y representaciones totémicas, ancestrales del valle del Nilo desde tiempos predinásticos.


caduceo de mercurio.

Como uno de los cultos considerados como mistéricos en la Antigua Roma, el cristianismo adopto muchas de las formas, ritos y liturgias de estos, tanto del culto mitraico como el de Isis. Los gobernantes nubios mantuvieron el culto a la diosa en el, para entonces, viejo templo de Filae, hasta que un decreto del emperador Justianiano en el siglo VI, cerró el santuario convirtiéndolo en iglesia y acabando con el culto a Isis.

El culto en los templos

Todos aquellos que deseaban ganarse la protección de la diosa, debían permanecer en el templo iniciándose en sus misterios, es Apuleyo quien lo describe.

El sacerdote horario, figura que permanecía desde el Antiguo Egipto, empezaba el día midiendo las clépsidras y otros instrumentos de medición.


clepsidra.

La primera acción era llevada a cabo por las sacerdotisas; que lavaban, peinaban, vestían y aplicaban perfumes a la estatua de la diosa, realizando también libaciones y aspersiones.. Los alimentos ofrendados, se cocinaban y ofrecían a la diosa; se creía que solo tomaba la esencia espiritual de estos y el resto servía de alimento a sus sacerdotes.
La estatua de la diosa permanecía encerrada en la naos del Sancta Sanctorum en el lugar más oculto e inaccesible del templo, donde solo llegaban sacerdotes, sacerdotisas, iniciados y por supuesto el faraón.

Para entrar al servicio de la diosa, se habían de cumplir una serie de requisitos; vestirse con lino y abstenerse de relaciones sexuales.
Entre los principales objetos rituales tenemos el agua, la cual era imprescindible para llevar a cabo cualquier ritual Isíaco.

En el IV himno a Isis de su templo en Philae, podemos ver a Ptolomeo ofreciendo la Hydra, componente principal de su culto. Lógicamente todo principio regenerador y vital partía del agua, la primer agua de la inundación.

La Hydra o Hidra, era una pequeña urna contenedora de agua, símbolo que los iniciados en los cultos de Isis acostumbraban a llevar en forma de colgante.
Isis representaba el agua, recordemos que la inundación provenía de las lágrimas de Isis derramadas por la muerte de su esposo.

1 comentarios:

amanda dijo...

hola me gustaría saber mas acerca de los ritos de iniciación de sacerdotisa de la diosa Isis.
Gracias
ictoria